sábado, 16 de julio de 2011

6. -Pues…..tienen un brillo especial, no sé como explicártelo….es algo extraño…

-Gracias…-dije sonriendo pero con cara de duda.

-Perdona si te ha molestado

-No tranquilo, no pasa nada-dije.

Estábamos sentados juntos puesto que la en la que nos habíamos refugiado por el tema de la lluuvia era muy pequeña y a partir de ese momento no hablamos ninguno más. Sentí que me estaba dando sueño y…..me quedé dormida justo encima de su hombro.

Cuando me desperté, estaba todavía sobre su hombro; era cómodo-pensé. Se dio cuenta de que me desperté, entonces, me miró de reojo y sonrió para sí mismo. Entonces pregunté:

-¿Me he quedado dormida verdad?

-Sí-respondió.

-Esto….¿te molesté cuando me quede apoyada sobre tu hombro?...-pregunté dudosa.

-No-respondió.

Más tarde, nos dimos cuenta de que había parado de llover y había oscurecido. Miré mi reloj y me di cuenta de que eran las 21.38….Era muy tarde y las chicas estarían preocupadas. Busqué mi móvil, localicé su número y las llamé:

-¿Diga?-fue Marta la que cogió la llamada.

-Hola, somos nosotros-dijimos Alexander y yo.

-¿¿Se puede saber donde puñetas os habíais metido??Llevamos horas preocupados….-dijeron Marta y Magda a coro.

-Pues…..hubo un problema y es que empezó a llover y tuvimos que buscar un logar en el que resguardarnos de la lluvia-respondió Alexander-Además, María, se tropezó y tiene el tobillo hinchado, creemos que se lo ha torcido.

-Bueno, id al lugar donde mi madre nos dejó y en una hora mas o menos estamos allí.

Salios de la cueva y en quince minutos llegamos al lugar acordado. Quedaba todavía mucho tiempo hasta que llegasen. Entonces….

No hay comentarios:

Publicar un comentario