6. -Pues…..tienen un brillo especial, no sé como explicártelo….es algo extraño…
-Gracias…-dije sonriendo pero con cara de duda.
-Perdona si te ha molestado
-No tranquilo, no pasa nada-dije.
Estábamos sentados juntos puesto que la en la que nos habíamos refugiado por el tema de la lluuvia era muy pequeña y a partir de ese momento no hablamos ninguno más. Sentí que me estaba dando sueño y…..me quedé dormida justo encima de su hombro.
Cuando me desperté, estaba todavía sobre su hombro; era cómodo-pensé. Se dio cuenta de que me desperté, entonces, me miró de reojo y sonrió para sí mismo. Entonces pregunté:
-¿Me he quedado dormida verdad?
-Sí-respondió.
-Esto….¿te molesté cuando me quede apoyada sobre tu hombro?...-pregunté dudosa.
-No-respondió.
Más tarde, nos dimos cuenta de que había parado de llover y había oscurecido. Miré mi reloj y me di cuenta de que eran las 21.38….Era muy tarde y las chicas estarían preocupadas. Busqué mi móvil, localicé su número y las llamé:
-¿Diga?-fue Marta la que cogió la llamada.
-Hola, somos nosotros-dijimos Alexander y yo.
-¿¿Se puede saber donde puñetas os habíais metido??Llevamos horas preocupados….-dijeron Marta y Magda a coro.
-Pues…..hubo un problema y es que empezó a llover y tuvimos que buscar un logar en el que resguardarnos de la lluvia-respondió Alexander-Además, María, se tropezó y tiene el tobillo hinchado, creemos que se lo ha torcido.
-Bueno, id al lugar donde mi madre nos dejó y en una hora mas o menos estamos allí.
Salios de la cueva y en quince minutos llegamos al lugar acordado. Quedaba todavía mucho tiempo hasta que llegasen. Entonces….
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